¿Cuántas locuras has cometido en tu vida? ¿Te consideras una persona pura... o un poco traviesa? Tal vez no lo sepas con certeza, pero hay un test que promete sacarte de dudas. Se trata del llamado "Test de Pureza de Rice", una vieja prueba universitaria que ha resucitado (y con fuerza) en redes sociales. Y no solo entre estudiantes. Hoy lo hacen adolescentes, adultos, incluso abuelos curiosos.
¿El motivo? Saber en qué lugar del espectro de la inocencia estás... o si ya lo has cruzado todo.
🔍 ¿Qué es exactamente el Test de Pureza?
Aunque parezca una ocurrencia reciente de TikTok, el Rice Purity Test tiene su origen en la Universidad Rice, en Texas (EE. UU.), donde comenzó a circular allá por los años 80. Originalmente, estaba pensado como una forma divertida de conocerse entre compañeros en los dormitorios universitarios. Hoy, se ha transformado en una herramienta viral para explorar la "pureza" de uno mismo... o lo contrario.
Consta de 100 preguntas, todas del tipo "¿Alguna vez has...?" Y van desde lo más inocente —"¿Has tenido una cita?"— hasta lo más atrevido —"¿Has consumido drogas ilegales?" o "¿Has tenido relaciones sexuales en un sitio público?"—. La regla es simple: por cada cosa que hayas hecho, pierdes un punto de pureza.
Así, el 100 representa la pureza absoluta (es decir, no has hecho nada de la lista), y el 0... bueno, digamos que eres todo lo contrario a un santo.
📱 ¿Por qué se ha hecho viral ahora?
La resurrección del test en redes no es casual. TikTok, Instagram y X (ex Twitter) han sido los principales escenarios de esta nueva ola de confesiones públicas (o discretas). Los usuarios graban vídeos leyendo algunas preguntas con sus amigos, reaccionan con risas, miradas cómplices o auténtica sorpresa. Y, por supuesto, comparten sus puntuaciones.
Hay quien presume de un 90 ("aún me queda mucho por vivir"), y otros que celebran un 20 ("la he pasado bien, ¿vale?"). Lo interesante es que, más allá del juego, el test se ha convertido en una excusa para hablar, reírse, recordar experiencias… o plantearse si uno ha vivido demasiado o demasiado poco.
🧠 ¿Qué revela realmente este test?
Aquí es donde las cosas se ponen interesantes. Porque, aunque parezca una tontería (y, en parte, lo es), el test pone el foco en la percepción que tenemos sobre nuestras vivencias.
No mide inteligencia, moral, éxito ni salud mental. Solo recoge un listado de experiencias sociales, sexuales, afectivas y personales, y deja que tú digas si las has vivido o no.
Pero lo más curioso es cómo cada persona interpreta el resultado. Algunos ven un número bajo como símbolo de haber vivido con intensidad. Otros, como una señal de que han tomado demasiados riesgos. Hay quien se alarma con un 80 ("¿será que no he salido de casa?") y quien se enorgullece de su 40 ("yo he aprendido a base de experiencias").
En otras palabras, el test no juzga, pero nos obliga a mirarnos en un espejo. ¿Y qué vemos allí?
🤔 ¿Puro... según quién?
Y aquí va la gran pregunta: ¿Qué es ser puro en realidad? Porque, en el fondo, este test juega con esa idea algo anticuada (y muy relativa) de la pureza moral. Pero, claro, en el siglo XXI ¿quién establece lo que es "puro" y lo que no? ¿Haber viajado mucho te hace menos puro? ¿Haber probado drogas te vuelve impuro? ¿O simplemente humano?
El test no lo aclara, ni lo pretende. Y ahí está su punto fuerte: no dicta normas, solo lanza preguntas. Preguntas que incomodan, hacen reír, y a veces hasta despiertan nostalgia.
🗣️ Lo que dice la gente
Buceando en redes, encontramos todo tipo de comentarios:
“Lo hice con mi pareja y nos reímos durante una hora. Descubrimos cosas del otro que no sabíamos” (@laura.breeze)
“Saco 95 y me siento una monja en un convento. Pero feliz, ojo” (@nerdylife21)
“Saqué 17 y me siento orgulloso. No por todo lo que hice, sino por todo lo que aprendí” (@viviendoa200)
Y es que más que un test, se ha convertido en una herramienta de conversación. Incluso en algunas escuelas y grupos juveniles (siempre con ciertas preguntas editadas, claro), se ha usado para hablar de límites, consentimiento, presión social y decisiones personales.
🧩 ¿Juego o juicio?
Como toda herramienta viral, el test tiene sus detractores. Hay quien lo considera frívolo, simplista o directamente problemático, por su forma de abordar temas delicados. Especialmente cuando se hace entre menores, sin contexto, o con presión grupal.
Y no les falta razón: hablar de experiencias personales debe hacerse con cuidado, empatía y respeto, no con burlas ni señalamientos. Pero también es cierto que, bien usado, el test puede servir como punto de partida para conversaciones profundas y necesarias.
Al final, todo depende de cómo, cuándo y con quién se haga. Como casi todo en la vida.
🎯 ¿Te animás a hacerlo?
Si después de leer esto te pica la curiosidad, puedes buscar el test fácilmente (basta con escribir “Rice Purity Test” en Google o TikTok). Lo importante, eso sí, es que lo hagas con honestidad, humor y sin juzgarte. Recuerda: no se trata de ganar o perder, sino de conocerte mejor.
Y si decides hacerlo con amigos, prepárate para unas cuantas risas, confesiones sorprendentes y quién sabe, tal vez una que otra revelación inesperada.
Antes que nada quisiera agradecete por la visita y por comentar en el blog!
También te quiero comentar que no tengo mucho tiempo para responder todos los comentarios inmediatamente pero siempre los contesto.
Saludos.